El valor de los recuerdos.
La vida puede ser muy corta y tener días muy largos pero siempre habrá algo en nuestro corazón y nuestras mentes que nos acompañe siempre, eternamente, y son nuestros recuerdos momento buenos y momentos malos días bien y días mal, días donde todo cambio y otros donde todo pudo cambiar pero nadie lo intento, la acumulación de todas nuestras experiencias, nuestros errores, esos momentos donde lloramos solos o con una buena amistad que nos presto su hombro para consolar el llanto, esos momentos donde no parábamos de reír y todo se veía tan bien y nos sentimos tan felices, aquella nostalgia de un tiempo que ya paso que nunca volverá que a veces duele y otras es grato recordar.
Transcurrimos nuestras vidas, que esta historia maravillosa de todas las novelas la más hermosa, cada paso que damos se convierte en acontecimiento que prevalece a través del tiempo, tenemos que saber atesorar esos buenos momentos, porque hay tiempos que se van a destiempo, cuando no queremos que termine es cuando terminan esos momentos, ¿Quién no ha deseado alguna vez retroceder en el tiempo? Para corregir ese error o tomar una decisión diferente en ese momento, o para simplemente hacer silencio abrazar a esa persona y disfrutar el momento.
Y antes de que te des cuenta en tu corazón tienes todo un baúl de los recuerdos, donde atesoraste todos esos momentos, nada más hermoso que un buen recuerdo porque al cerrar los ojos y hacer memoria, es volver a vivirlo de nuevo, qué bello es tener en la cabeza eso, una memoria de un instante que quedo grabado para siempre en el tiempo como nuestro primer beso algo que no se olvidara jamás.
Vivo la nostalgia de mis momentos y aun que hago todo lo posible por no aferrarme a ellos, tengo que admitir que me duele, mis ojos liberan mis muchas emociones en forma de lagrimas, que se dispersan en el tiempo que hacen más significativo cada momento, realmente si pudiera devolver el tiempo lo dejaría tal cual esta, porque toda mi historia es algo sin igual de la cual no me puedo quejar, con sus menos y sus mas, como a todos es algo que no se puede evitar, pero de cierta forma contemplo el camino que ya recorrí y me veo aquí y noto por un momento que de no haber pasado por lo que pase ni haber hecho, no hecho dicho o dejado de decir todo aquello hoy no estaría aquí, le doy gracias a Dios por cada uno de mis recuerdos.
Entender el valor de un recuerdo es entender el valor de lo eterno, de lo que dura para siempre, de lo que sin importar que no se borrara, a través del tiempo porque siempre habrá algo, un gesto, una palabra, quizás alguna canción o melodía, puede que una película o un lugar, o tan sencillo como mirar al cielo y recordar que ese mismo día también te le atreviste a mirar, por eso al entenderlo es importante tener en cuenta muy en cuenta esto, si gustas de vivir una vida llena de recuerdos que no te persiguen para atormentarte y ser más bien tu quien los sigue para no olvidarlos, has siempre todo aquello que hagas pensando que las acciones que inviertas hoy se convertirán en este gran tesoro mañana, no hay recuerdo más dulce que recordar el buen amor, y vivir con amor es toda una forma de vida.
Cada paso que doy se convierte en algo que no puedo conquistar el tiempo, siempre vivirá entre mis memorias cada una de las cosas que mi voluntad hoy logra, considero que para poder recordar sin resentimientos, rencores o reproches hay que aprender a entender que es tu pasado el que define tu presente, el cual define tu futuro, vive una vida basada en los buenos principios del amor para que no tengas miedo de recordar ni sientas tristeza por nada, más bien vivas en la nostalgia de haber vivido algo tan grato que vale la pena recordar. No hagas hoy algo de lo que te arrepientas mañana al recordarlo, hay que vivir una vida que realmente sea bueno recordar por que los recuerdos duran para siempre.
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