La verdad, sobre la verdad.
Cuando se trata de verdad, ya no se sabe que decir, ya no son más que palabras sin valor las ahora dichas, existen tantas verdades que no se puede conocer la realidad, si hasta la palabras de Dios fueron reinterpretadas por muchos para poderlas aceptar ¿Entonces que es verdad? Verdad es en lo que crees pero ninguna mentira es diferente de otra, nunca te ha pasado el hecho de que te mienten pero tú confías y al descubrir la realidad de las cosas, todo cambia y empiezas a llorar.
Preferimos una agradable mentira a la dolorosa verdad, queremos que nos vengan a decir las cosas que nos gustan, lo buena que es la música, ir a beber con amigos, o una noche con tu pareja, detestamos que nos vengan a decir que mucha de las cosas que nos gustan están mal, y que la buena música a veces es obscena, nadie quiere oír los peligros de la bebida menos aun de lo malo del adulterio, la razón por la es tan bueno y tan fácil mentir, es porque la verdad duele.
Prefiero una amarga verdad a mil dulces mentiras, prefiero vivir en la realidad de las cosas aun que no sea lo que más me gusta, a vivir en una ilusión creada a bases de sentimientos que solo confunden el corazón, no es ser desconfiado es ser certero, es ser sincero, es ser honesto, es elegir la verdad ante todas las cosas, porque solo la verdad te hace libre.
Se que cuesta volver a creer cuando ya te engañaron, pero vivir con desconfianza en el corazón no te lleva a ningún lado, lo mejor que puedes hacer es seguir la verdad y solo la verdad como forma de vida, hoy día hay tantas mentiras que es difícil saber cuál es la verdadera, no es que solo hayan mentiras es que es difícil saber cual es cual.
La verdad es como el oro, el oro no es más que una roca brillante que por su dureza y belleza nos gusta y por eso le damos valor, elegimos como verdad solo aquellas palabras que nos hace agradable al oído escuchar, por eso hay bandos rojos y azules hay religiones diversas y mil opiniones, algunas no tan certeras pero no son menos verdaderas o mentirosas que otras, todo depende de aquello que elijas creer, nuestros oídos son sordos a palabras dolorosas por mas ciertas que sean, solo escuchamos lo que deseamos escuchar, porque mientras la mentira sea agradable y la verdad nos desgarre, preferimos que nos mientan hasta no poderse más.
Existen mentiras bien dichas que parecen realidad pero es un engaño y nada más, existen mentiras mas adeptas a la realidad en las cuales si se puede creer y adoptar como verdad, el nivel de realidad de una mentira se entiende como sinceridad, pero ¿En quien confiar? Si hasta después de 20 años de matrimonio te pueden engañar si no es que llevan 20 años engañándote, el detalle está en que nunca puedes estar seguro de los demás depende de tu fe creer en los demás, pero puedes asegurar tu verdad siendo sincero, y en la medida que seas sincero esperar sinceridad, pero como esperar cosechar honestidad de donde solo sembraste hipocresías, por ahí comienza la corrupción de la verdad, y el sin sentido de las palabras sin valor, en el hecho de que al mentir, las mentiras crecen y se regresan y como engañas te engañan, pero el sincero prevalece por encima de las ilusiones porque para su corazón envuelto en verdad, la verdad a la luz de sus ojos siempre se revela.
A todo esto se puede entender que no existe una verdad absoluta ni definitiva, solo existen muchas mentiras, ciertas para mi mentiras para los otros, pero no puede haber paz sin verdad, así que de elegir una verdad, seria la verdad del amor, es el único mensaje, las únicas palabras que le dan gozo al corazón y alivio a las penas, no aun amor en especial de una persona si no al amor verdadero, ese que no se siente por uno si no por un mundo donde aceptas todas las verdades, y todos los colores, esta es mi verdad, la mejor verdad que conozco después de todas las mentiras que en mi vida de corazón oí. Porque no hay mejor verdad o mejor realidad que aceptar, que la verdad del amor, un mensaje que sencillamente quiere decir amémonos los unos a los otros en la misma medida que nos amamos nosotros mismos, que es tanto como Dios, quien entrego a su hijo, un Dios de amor nos amo.
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